Los restaurantes de Nueva York podrán servir a sus clientes dentro de los locales a un 25% de su capacidad máxima desde el 30 de septiembre, según anunció el gobernador Andrew Cuomo.
Cuomo, que hasta ahora se oponía a la medida por temor a un incremento del contagio del coronavirus, cede a la presión ejercida por cientos de dueños de restaurantes, quienes presentaron una demanda colectiva para obtener el permiso de servir a sus clientes adentro.
Cabe destacar que las reglas van a ser más duras, ya que, además de la capacidad reducida a una cuarta parte, no se va a servir comida después de la medianoche y se va a tomar la temperatura de los comensales en los accesos al local.
Igualmente, un comensal de cada mesa va a tener que dejar sus datos de contacto por si surgiera un brote del virus. No habrá servicio en el bar, las mesas deben estar a dos metros de distancia y los clientes deben usar máscara si no están sentados a la mesa.
Cuomo apuntó, al respecto, que ‘comprendo el beneficio económico de abrir los restaurantes y comprendo la presión económica que han estado sufriendo’.
Se ha publicado en ‘The New York Times’ que, cerca de un millar de restaurantes de la ciudad de Nueva York cerraron definitivamente desde que comenzó la epidemia, allá por el mes de marzo.