En estos días, es posible que estés comprando más comida rápida o recibiendo tus alimentos en casa con más frecuencia que antes, debido a la pandemia de COVID-19.
Aunque una comida casera suele ser la mejor opción, pedir comida de restaurant puede ser útil durante momentos estresantes o incluso cuando no tienes ganas de cocinar.
Afortunadamente, con algunas estrategias inteligentes, puedes mantener hábitos alimenticios saludables incluso cuando pidas una comida rápida. Estos consejos te ayudarán.
Comienza con el restaurante adecuado
Consumer Report clasificó recientemente 17 restaurantes de cadena para ver cuáles hacían más fácil optar por un plato nutritivo. Los calificamos en función de muchos factores, entre ellos, si las opciones de bebidas tenían mayor o menor cantidad de azúcar, la disponibilidad de cereales integrales, la variedad de frutas y vegetales, los niveles de sodio y grasas saturadas, y si podías obtener opciones de proteínas más saludables, como pescado, además de legumbres, frutos secos y tofu. Chipotle, Chopt, CoreLife, Eatery, Panera Bread y Sweetgreen recibieron algunos de los puntajes más altos.
Incorpora alimentos cocinados en casa
Puedes comer el platillo principal que has estado deseando, pero prepara tus propias guarniciones. Por ejemplo, compra pizza o un sándwich de pollo para descansar un poco de la cocina por una noche, pero omite las bebidas, las papas fritas y los extras. En su lugar, mezcla tu propia ensalada con cualquier vegetal que tengas a mano; sirve tu plato con zanahorias en rodajas, apio y tomate crudos o calienta un vegetal congelado como acompañamiento. ¿Quieres algo más especial? Asa coliflor o zanahorias frescas, o prepara ejotes o brócoli al vapor.
Divide un plato en raciones
Las porciones de restaurante tienden a ser de gran tamaño, lo que puede hacer que comas en exceso. Para evitar esto, planifica desde el principio compartir un plato principal con un miembro de tu familia. Otra opción: cuando llegue tu comida, empaca la mitad y ponla en el refrigerador para guardarla para el almuerzo del día siguiente.
Reconsidera tus guarniciones
Solo porque tu orden viene con papas fritas o aros de cebolla, no significa que sean tu única opción. Pregunta si puedes cambiarlo por una ensalada, un vegetal o fruta. Si realmente te apetece una guarnición menos saludable, sé más inteligente acerca de tu plato principal – por ejemplo, si quieres los aros de cebolla, pídelos con un tazón de granos o un wrap vegetariano, no una hamburguesa con queso cubierto de tocino.
Elige tus bebidas con inteligencia
Agregar un refresco grande a tu orden por solo un dólar puede parecer una buena oferta. Desafortunadamente, todos esos azúcares añadidos afectarán tu objetivo de ordenar una comida más saludable. Lo más prudente es no beber gaseosas. Las mejores opciones de bebidas incluyen agua, té helado sin azúcar o agua mineral sin azúcar, si está disponible.
Haz cambios
Opta por arroz integral en lugar de blanco, o un pan o pasta integral, si está disponible. Agrega más vegetales a una pizza o frijoles a un taco, burrito o ensalada.
Chequea las calorías
El recuento de calorías de un plato no es la única medida para saber si una comida es buena para ti, pero puede ser la única información nutricional que veas. En esos casos, úsalo como guía. Las pruebas de CR han encontrado que el conteo de calorías es preciso, así que intenta comer menos de 600 calorías para toda tu comida. Una manera fácil de hacer un seguimiento es utilizar la aplicación de pedidos móviles de la cadena. Muchos te permiten ver cómo cambian los recuentos de calorías para platos personalizables, como ensaladas y sándwiches, cuando agregas o quitas ingredientes.