Washington, D.C. “Desde que fue nombrada ‘gerente de la crisis en la frontera’ hace 81 días, Kamala Harris se ha negado infamemente a visitar la frontera. Mientras tanto, la crisis fronteriza se ha intensificado, con desbordes de migrantes indocumentados rompiendo todos los récords y sobrecargando de trabajo a nuestros agentes de patrulla de fronteras, miles de menores sin acompañantes abandonados en el desierto y los carteles de las drogas lucrándose con este desastre humanitario.
“…la vicepresidenta se está riendo de las preguntas que le hacen — literalmente — en una demostración impresionante de desdén de parte de alguien que pretende ser un líder.
“En marzo, cuando la escala real de la crisis humanitaria se estaba tornando horrorosamente clara, un reportero le preguntó a Harris si ella planeaba visitar la frontera. ‘Hoy no,’ respondió ella rompiendo en carcajadas. Hizo lo mismo en estos días durante una entrevista, cuando el periodista Lester Holt, de la cadena de televisión NBC le formuló la misma pregunta.
“No es nada risible que niños de brazos sean filmados cuando los arrojan por encima de muros o rompen corazones llorando mientras los contrabandistas los dejan abandonados. No es asunto de reírse que carteles de narcotráfico malvados estén obteniendo jugosos lucros a partir de esta crisis, o cuando hombres en la lista de alerta de terroristas del FBI entran libremente a nuestro país. Nadie debe reírse cuando migrantes, atraídos por la promesa de fronteras abiertas, parte de la agenda de Biden y Harris, se ahogan en el Rio Grande.
Por Ronna McDaniel, Presidenta del Comité Nacional Republicano (RNC)
