La vacuna contra la influenza es crucial este año

Aunque la gravedad varía de un año a otro, cada invierno es casi seguro que se produzca algún tipo de epidemia de influenza. Sin embargo, este año con la pandemia de COVID-19, todavía desarrollándose, los funcionarios de salud pública advierten de algo inusual: una “doble pandemia”, con ambas enfermedades causando problemas al mismo tiempo. 

“Tendremos un período largo en el que tendremos la influenza y la COVID circulando” indica Erica Shenoy, MD, PhD, médica de enfermedades infecciosas y jefa asociada de control de infecciones en el Hospital General de Massachusetts en Boston.

Todavía no hay una vacuna aprobada para la COVID-19. Esa es una razón clave por la que los expertos de salud insisten, con más tenacidad que de costumbre, que las personas se vacunen contra la influenza esta temporada.

La propagación de la COVID-19 aún no está controlada en la mayor parte de los Estados Unidos, pero con la vacuna contra la influenza, ya tenemos las herramientas que necesitamos para reducir el impacto de la gripe a los estadounidenses y en nuestro sistema de salud. A continuación, qué esperar de la temporada de influenza de este año y lo que necesitas saber para mantenerte a salvo.

Por qué es tan importante la vacuna contra la influenza de este año

Algunas señales tempranas apuntan a una temporada de influenza potencialmente leve. La temporada de influenza en el hemisferio sur, que a veces se considera una pista de cómo puede verse el hemisferio norte, ha sido moderada. Esto podría deberse en parte a las medidas que se están tomando para limitar la propagación de la COVID-19, incluyendo el distanciamiento social, la limitación de multitudes y el requerimiento del uso de mascarillas, dice William Schaffner, MD., profesor de medicina en la división de enfermedades infecciosas en la Escuela de Medicina de la Universidad de Vanderbilt en Nashville, Tenn.

Un vistazo a los datos de Estados Unidos, hacia el final de la temporada de influenza más reciente también respalda esa hipótesis, dice Daniel Solomon, MD, médico de enfermedades infecciosas del Brigham and Women’s Hospital y la Escuela de medicina de Harvard en Boston. Hacia fines de marzo y principios de abril, aproximadamente al mismo tiempo que se implementaron las medidas más estrictas de distanciamiento social y de quedarse en casa para controlar la propagación de la COVID-19, los casos de influenza disminuyeron mucho más rápido de lo habitual.

“La COVID-19 y la influenza se propagan de la misma manera”, dice Solomon, por lo que tiene sentido que limitar la propagación de una enfermedad también ayude a detener la propagación de la otra. 

Aun así, incluso en el mejor de los casos, la temporada de gripe en el hemisferio sur es un indicador imperfecto, y eso podría ser aún más cierto este año, indica Schaffner. Por ejemplo, una de las razones por las que algunos países han informado cifras bajas de influenza podría ser la dificultad de recopilar datos sobre la influenza en medio de la pandemia. Solomon dice que en los Estados Unidos muchas personas consultaban al médico y se estaban realizando menos pruebas de la influenza. Eso significa que la reducción de los casos podría simplemente reflejar una falta de pruebas, en lugar de una falta de infecciones. Además, el uso de mascarillas y el distanciamiento social se han aplicado y cumplido de manera desigual en los Estados Unidos, por lo que su utilidad variará de un lugar a otro.

En cualquier caso, un clima más frío significa más tiempo en interiores, más cerca de otras personas, lo que brinda a los virus aún más oportunidades de propagarse. Y eso significa que tu riesgo de enfermarte ya sea de influenza o COVID-19, aumentará en el invierno. 

La vacuna contra la influenza no te protegerá contra la COVID-19. Sin embargo, reducirá el riesgo de que contraigas influenza. Por ejemplo, el año pasado previno el 39% de los casos entre las personas que la recibieron. Si te pones la vacuna contra la influenza y aun así contraes influenza, la vacuna reducirá tu probabilidad de enfermarte gravemente a causa de la enfermedad. Incluso la vacuna formulada para la temporada 2018 a 2019 que los científicos consideraron con solo un 29% de efectividad, previno aproximadamente 4.4 millones de enfermedades, 58,000 hospitalizaciones y 3,500 muertes, según los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC).

Evitar todas estas enfermedades ayuda a evitar que los hospitales se abrumen. Esto es bueno para la sociedad, pero también te beneficia a ti como individuo. “Cuando los hospitales están desbordados, hemos disminuido el acceso a la atención y los recursos para cualquier persona que los necesite”, dice Solomon. “Si [las unidades de cuidado intensivos] están al máximo y tú tienes un ataque cardíaco, ¿qué pasa si no tenemos una cama o un ventilador para atenderte?”

Recibir tu vacuna

En medio de la pandemia, es posible que te sientas receloso de salir en público para vacunarte contra la influenza. Pero hay opciones para hacerlo de forma segura.

Tu farmacia local puede dejarte entrar y salir en solo unos minutos, dice Schaffner. Y muchos consultorios médicos y clínicas están estableciendo procedimientos específicamente para administrar las vacunas contra la influenza rápidamente, como horarios designados para las clínicas solo para las vacunas o incluso para las vacunas en el auto. Lo importante es llamar con anticipación para saber qué esperar, dice Schaffner. “Lo que no quieres hacer es esperar dentro de una clínica durante media hora antes de que sea tu turno de vacunarte”. Y tanto tú como la persona que te vacune deben usar mascarillas.

En los últimos años, las vacunas contra la influenza disponibles han sido trivalentes, es decir, protectoras contra 3 cepas de la influenza, o tetravalentes, protectoras contra 4 cepas. Sin embargo, este año, los CDC dicen que los fabricantes de vacunas estiman que el 99% de todas las vacunas contra la influenza disponibles serán tetravalentes, lo que significa que es muy probable que puedas tener la protección adicional de una vacuna cuadrivalente.

Esto incluye dos inyecciones que están especialmente formuladas y disponibles solo para personas mayores de 65 años: Fluzone High-Dose, la que contiene niveles más altos de antígeno (la sustancia que crea una respuesta inmune) que la inyección estándar, y Fluad, que contiene un “adyuvante”, un ingrediente diseñado para estimular la respuesta de tu sistema inmunológico a la inyección. Los estudios sugieren que ambas opciones pueden brindar una mejor protección para los adultos mayores que la vacuna estándar. (Sin embargo, si no puedes encontrar una de estas vacunas, es importante recibir la vacuna regular).

La adición de una cuarta cepa de vacuna a Fluzone High-Dose y Fluad es una buena noticia porque los adultos mayores son particularmente vulnerables a la influenza. Las personas mayores de 65 años suelen representar la mitad o más de todas las hospitalizaciones relacionadas con la influenza. A diferencia de la gripe, no existe una vacuna contra la COVID-19, que también pone a las personas mayores en mayor riesgo de hospitalización, ingresos a la unidad de cuidados intensivos y muertes. La vacuna contra la influenza te ayudará a mantenerte saludable.

Los CDC recomiendan vacunarse en septiembre u octubre. La vacuna contra la influenza tarda aproximadamente dos semanas en ser completamente efectiva y tú quieres estar protegido antes de que comience la temporada. Los niños mayores de 6 meses, pero menores de 8 años que nunca se han vacunado contra la influenza (o que solo han recibido una dosis de la vacuna en un año anterior) necesitan 2 dosis de la vacuna contra la influenza, separadas por al menos 4 semanas. Si tu hijo entra en esa categoría, debe recibir la primera dosis de la vacuna tan pronto como sea posible para que pueda recibir la segunda dosis antes de que comience la temporada.

Una recomendación final que los CDC han emitido para las vacunas contra la influenza a la luz de la pandemia de COVID-19: si tienes un caso confirmado o sospechoso de COVID-19, obtén la aprobación de tu médico antes de vacunarte contra la influenza. Los CDC recomiendan que las personas que aún podrían transmitir la COVID-19 esperen hasta que ya no sean contagiosas antes de solicitar una vacuna contra la influenza, a fin de evitar la posible propagación de la COVID-19 mientras se vacunan.

Qué debes hacer si te enfermas

En un año normal, debido a que la mayoría de las personas se recuperan de la influenza sin tratamiento, muchos de los que desarrollan síntomas similares a los de la gripe no necesitarían ver a un médico. De hecho, un médico podría simplemente aconsejarte por teléfono cómo cuidarte, dice Solomon, para evitar que tengas que ir a una clínica y exponer potencialmente a otros a la influenza. 

Sin embargo, este año esta práctica tendrá que cambiar, dice, ya que basándonos únicamente en los síntomas no hay una manera fácil de diferenciar entre un caso de influenza y un caso de COVID-19. “Para los pacientes que tienen síntomas inespecíficos de enfermedad viral respiratoria, la única forma de distinguirlos es a través de una prueba de diagnóstico”, dice. 

Esto significa que, si comienzas a experimentar síntomas de un virus respiratorio, como fiebre, tos y otros más, Erica Shenoy de Massachusetts General recomienda llamar a un médico más temprano que tarde. “Infórmale a tu médico lo que está sucediendo y ellos podrán tomar una decisión acerca de pedirte que vayas para una evaluación”, dice. (También debes quedarte en casa y aislarte de los demás tanto como sea posible, y usar una mascarilla si tienes que salir de casa para visitar a un médico. 

Diagnosticar un caso de COVID-19 lo antes posible es fundamental, dice Solomon, para que tú (y en algunos casos las autoridades de salud pública) puedan avisar a tus contactos sobre una posible exposición. Es probable que también te hagan la prueba para la influenza al mismo tiempo. Incluso si tu prueba de influenza es positiva, no descarta la posibilidad de que puedas estar infectado al mismo tiempo con COVID-19.  

Aun así, una prueba de influenza positiva significa que puedes ser un buen candidato para medicamentos antivirales como el oseltamivir (Tamiflu). Los antivirales contra la influenza se recomiendan para las personas con mayor riesgo de complicaciones, incluyendo los adultos mayores, los niños pequeños y las personas con afecciones de salud subyacentes. Sin embargo, estos medicamentos funcionan mejor cuando se toman dentro de las primeras 48 horas después de la aparición de los síntomas; otra razón para que te comuniques con un proveedor de atención médica cuando comiences a sentirte enfermo.

 Catherine Roberts

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